Compuesta por el peruano Estanis Mogollón y popularizada por el Grupo 5 en 2004, “El embrujo” logró tal éxito mediático y comercial en Perú, que llevó a su compositor a recibir el premio “Mejor compositor de año” – otorgado por la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC, 2007) – y al Grupo 5, a transformarse en la orquesta peruana de mayor rentabilidad durante el año 2009[i], realidad no muy lejana a la situación de Américo en Chile.
Oriundo de Arica, Américo comenzó desde muy pequeño a cantar junto a su padre, Melvin “Corazón” Américo, y a participar en festivales locales y regionales del norte de Chile. En este territorio fronterizo, recibe y absorbe influencias musicales provenientes de Perú, Bolivia y el noreste argentino, especialmente los sabrosones y festivos ingredientes sonoros del sound y la bailanta. A mediados de los noventa, se integra como vocalista al Grupo Alegría (Punitaqui, Coquimbo), con quienes se radica en Santiago buscando profesionalizar su trabajo musical, interés que en el inicio del nuevo milenio lo lleva a emprender su carrera en solitario, convencido del potencial de su figura como intérprete.
Luego de años de giras y conciertos, tanto nacionales como internacionales, Américo junto a La Nueva Alegría (su nueva banda), logra editar y producir su primer disco Así Es (Feria Music, 2008), sobre lo que relata:
“Con las vivencias y el dinero que gané en esa época pude grabar el disco ‘Así Es’. Fue un trabajo a pulso, yo lo produje y lo grabé en mi casa. Me parece increíble que haya obtenido tanto éxito”[ii].
En el raudo ascenso mediático de su primer single, “El embrujo”, fue fundamental la apuesta de Radio Corazón (Santiago), una de las radioemisoras con mayor audiencia a nivel nacional, que lo incluyó reiteradamente en su parrilla programática, incluso antes de que el disco estuviera a la venta.
Como un presagio, “El embrujo” surtió su efecto en la industria, el público y la crítica chilena que posicionaron la voz de Américo y los ritmos de su Nueva Alegría, como un referente cumbianchero de proyección internacional, llegando incluso a ser premiado por la APDAYC (febrero, 2010) como mejor intérprete extranjero de composiciones peruanas, el mismo verano que su presentación fuera uno de los platos fuertes del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (el principal evento mediático de nuestra escena musical, al que acceden pocos cultores locales de repertorios festivos, y menos aun, “populacheros” como el sound.)
Pero, ¿cómo fue posible que un humilde ariqueño conjurara un hechizo tan efectivo?, ¿qué hizo que su primer single se transformara en “El” embrujo de su cumbia, legitimando su figura como producto nacional de exportación?.
Este doble proceso de profesionalización y blanqueamiento, ha llevado también a Américo a distanciarse del estilo cumbianchero que permitió sus primeros logros en la escena nortina, el sound, acercándose al estilo romanticón y estilizadamente pachanguero de la cumbia balada, que incorpora arreglos armónicos y estructurales propios de la balada[iii], como puede apreciarse en la versión de “El embrujo” incluida en su presentación de Viña 2010, made for export.
Frente a esto, llama la atención la actitud de los animadores del Festival de Viña (como se muestra en el video anterior), quienes sin dejar espacio para la opinión del artista, exhiben crudamente el trofeo otorgado por el público asistente, enfatizando en la consagración de su carrera con una clara alusión a que este brillante galardón, ahora en sus manos, da cuenta que Américo había logrado alejar la oscuridad de su pasado, para consagrarse en las luces del espectáculo, exaltando los valores de “el esfuerzo, la humildad, el trabajo” [iv], hecho ante el cual, su familia caricaturizada, aplaudía orgullosa desde la distancia física y social del público informe.
Así, la exotización comercial de la industria, sumada al profesionalismo cultural y socialmente higienizante gestado por el propio Américo, van conjurando un Embrujo encarnado en su voz e imagen cumbianchera, que de manera rauda, permiten que el público chileno (ampliamente xenófobo con sus países limítrofes, en especial con aquellos de alta presencia indígena, como el Perú) goce eufórico su ritmo, coree su letra y termine por identificar como propia a una composición peruana, que hoy es referente obligado de nuestro repertorio cumbianchero local.
Sin embargo, este conjuro tiene un último ingrediente. Se trata de los atributos de la propia canción “El embrujo”, capaz de catapultar rápidamente a la fama a creadores e intérpretes, llenar los bolsillos de productores y agentes, y al mismo tiempo, seguir operando como un referente sociocultural de amplia representatividad, como puede apreciarse en este video documental del Carnaval de Oruro 2010, donde una comparsa indoboliviana vuelve el Embrujo a su origen mestizo y popular, el mismo verano que Américo la consagrara como parte del repertorio profesional y blanqueado de proyección internacional.
“El embrujo”, de la mano del Grupo 5 en Perú, de Américo en Chile, o de una comparsa carnavalera en Bolivia, logra trascender así las controversiales fronteras entre el folclor y la música popular[v], entre la mestiza identidad de los sectores populares y el afán civilizador de nuestras élites regionales, entre los límites geopolíticos y las identidades nacionales, con su simple y contagioso ritmo y con la temática de su letra siempre vigente y universal, de amores y desamores.
- Raúl Castro Pereyra, “Estanis Mogollón, el hombre que se hace rico con la cumbia”. Gestión, el diario de economía y negocios del Perú. 4 de enero de 2010. En línea: [>http://gestion.pe/noticia/390549/estanis-mogollon-hombre-que-se-hace-rico-cumbia]
- Biografía del Grupo 5 de Perú, en [>http://www.adonde.com/biografia/grupo5.php]
- Sitio web del Grupo Alegría [>http://todoxlanuevaalegria.blogspot.com/2007/09/biografia-del-grupo-alegria-y-americo.html]
- Sitio web oficial de Américo [>www.americo.cl]
- López Cano, Rubén. 2005. “Más allá de la intertextualidad. Tópicos musicales, esquemas narrativos, ironía y cinismo en la hibridación musical de la era global”. Nassarre: Revista aragonesa de musicología (ISSN 0213-7305), 21/1. (Ejemplar dedicado a: ¿A quién pertenece la música?: la música como patrimonio y como cultura: Actas del VIII Congreso Internacional de la Sociedad Ibérica de Etnomusicología), (www.lopezcano.net)
- Martí, Josep. 1995. “La idea de la ‘relevancia social’ aplicada al estudio del fenómeno musical”. Trans 1. (>www.sibetrans.com)
- Frith, Simon. 2001 (1987). “Hacia una estética de la música popular”. En Las culturas musicales, Francisco Cruces (ed.), 413- 435. Madrid: Trotta.
- Ochoa, Ana María. 1998. “El desplazamiento de los espacios de la autenticidad: una mirada desde la música”. Antropología Nº 15 – 16 : 171 – 182.
2 Cumbiancheros en “El embrujo de la cumbia”