Todos los viejos relatos se detuvieron el 18 de octubre de 2019. Lo que parecían ser luchas individuales o pequeñas acciones de protesta y reivindicación, tomaron un nuevo (im)pulso, nuevos vientos.
¿Qué estaba haciendo usted para el Estallido? ¿Desde dónde vivió la revuelta?
Sin querer queriendo, el documental del Huracán bailable entra de lleno en estas preguntas. Nos presenta al mismo tiempo la trayectoria de una banda que se inicia juguetona, bajo el nombre de “Santa Pachanga”, con influencias del ska, del reggae y otros varios ritmos tropicales. Siempre populares, masivos sí, del pueblo sí.
El documental nos invita a ver cómo Santa Feria ha dado forma a la banda, haciendo de la música un estilo de vida en la que el colectivo ha crecido, a partir de una serie de experiencias sonoras, culturales, sociales y políticas; llevando la alegría crítica, la fiesta sospechosa, el baile cuerpo a cuerpo y una suerte de intimidad colectiva hasta donde ha sido necesario, en un contexto de desbordes humanizantes que el poder insiste en acallar.
Puestos en un tránsito histórico, una vez más los músicos de la cumbia, desde aquel lugar tan negado en los grandes proyectos de nacionalidad homogénea y oligarca, hacen tambalear y menear aquellos cimientos desgastados “al ritmo de este ritmo” que tanta alegría trae a muchos y que tanto incomoda a otros, pocos.
“Pa que lo baile como quiera” muestra a la agrupación con una identidad reconocible en su heterogeneidad, en su pregunta, en su búsqueda y movimiento. Abriendo el espacio y la palabra a quienes tengan algo que decir, porque Santa Feria rompe con varios clichés que hay en torno a la cumbia chilena: hay texto político explícito, sus integrantes manifiestan sus posiciones respecto a la sociedad en la que viven, las hinchadas son comunidades reconstruyendo tejido social, hay una diversidad de ritmos y tambores, la alegría festiva se toma en serio, se entra en la industria de la música desde la humildad y la colaboración continua, se honra a quienes han abierto antes el camino, y se teje con quienes están en pie de lucha contra todas las injusticias y violencias.
Como en la historia del jugador de potrero que se transforma en estrella de grandes ligas, el documental es un viaje desde el barrio, la pobla, la sala de ensayo casera, hasta espacios de grabación emblemáticos de Argentina y EE.UU., pasando por imágenes de archivo, entrevistas contemporáneas, y escenas memorables, como su primera tocata en Temu Lemu, en la Escuela Autónoma Pascual Pichún, o su encuentro musical con el tremendo Gustavo Gatica.
…“No estamo´ haciendo cumbia para el pueblo… es el pueblo haciendo cumbia”, nos dicen, mientras se vislumbra carisma y compromiso, algo de la guitarra picaíta coquimbana, otro poco de los teclados de la cumbia villera, el timbre del acordeón, los arreglos de sus bronces, la riqueza rítmica, la apertura, la entrega. Una pregunta abierta en esa nasalidad vocal que se hace fuerte en la “nueva cumbia chilena”; un camino entrañable entre el juego y la búsqueda incansable por interpelar sonoramente a una sociedad en crisis.
Como señala el propio Gustavo Gatica en esta pieza audiovisual que nos cuenta desde la cumbia un trocito de nuestra historia reciente: “Desde donde sea que te ubiques, desde la profesión que sea, tienes que generar espacios de resistencia, tienes que luchar…”.
Para quienes deseen ver el documental, habrá dos funciones presenciales el día martes 26 de octubre (19 y 21 hrs.), en el Centro Arte Alameda, que actualmente funciona en el centro de extensión del Instituto Nacional, en la calle Arturo Prat 33. Las entradas están disponibles en passline.
https://www.passline.com/eventos/pa-que-lo-baile-como-quiera-centro-arte-alameda-sala-ceina-71797